¡Hola!
Bueno, llevo ya bastante tiempo perdida ¿no? Pero la verdad es que he estado sufriendo terribles crisis de ansiedad así que me tengo que alejar de muchas cosas para controlarlas, además de que odio profundamente la navidad.
En fin, este año, mi tío me regaló un mes de gimnasio y creo que ha sido el mejor regalo que alguien me ha hecho. Me lo regaló no por verme como la vaca que soy, sino porque se dio cuenta que en ese tiempo, mi autoestima y autoimagen mejoraron mucho.
Pero rememoremos un poco la situación:
He tenido que volver a comprar pantalones talla 10 porque 1: me engordé demasiado y 2) las tallas son cada vez más pequeñas. Mi prima que es muy delgada, es talla 4 en pantalón y comprando uno para estrenar el 24 (ella no subió ni un gramo de peso, sigue en los mismos 55 kg de siempre), tuvo que comprar una talla 6 porque el 4 le quedó pequeño. Claro que me pone muy triste tener que comprar pantalones talla 10 de nuevo, pero serán provisionales y espero de verdad, poder ponerme en forma y volver a la 8.
Por otro lado, empecé a comer mucho y eso se lo debo al estrés que me ha producido la operación de mi mamá y su pronta renuncia. Sé que esa no es la respuesta, así que he empezado de a pocos a controlarme aunque sea difícil. Mi horario del otro semestre tampoco me permite descansar mucho y seguir con la dieta, pero haré lo posible para lograrlo ¿cómo no si estoy cerca de mi meta? En fin, sigo trabajando.
Hoy entonces, tras reflexiones y decisiones (obviamente compras también), me inscribí de vuelta al gimnasio de tal forma que pueda terminar el mes justo antes de entrar a la U pero como mi insomnio no me deja en paz, no pude empezar debido a que estoy muy agotada y el entrenador me lo prohibió. Eso sí, mañana muy a las 8 am me esperan.
En fin, ahora que estoy de vuelta y con buena vibra, empezaré de nuevo.
¡Besos!
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